Cambiar el estilo de vida para combatir el reflujo

El reflujo gastroesofágico es una enfermedad que disminuye la calidad de vida de quien lo padece.“El 90 por ciento de los pacientes acuden a la consulta por pirosis (acidez o ardor retroesternal)”.

En reiteradas oportunidades ciertas personas se quejan de padecer un molesto e intenso ardor entre el pecho y el estómago, acompañado de sensación de regurgitación, pero también a veces sienten que determinados alimentos o bebidas les provocan ciertas molestias. Estas personas, sin saberlo, pueden estar ante la presencia de reflujo gastroesofágico, un mal que cada vez afecta a más ciudadanos.

“La enfermedad de reflujo gastroesofágico es una patología en la cual hay un paso del ácido del estómago hacia el esófago permanente o en episodios muy frecuentes. Esto se produce en un 60 por ciento de los pacientes que generan los síntomas, ya que muchas personas pueden tenerlo y no saberlo”, así lo afirma la doctora Zully Latuff.

Esta enfermedad, según la especialista, es una situación que disminuye la calidad de vida del paciente, además de su capacidad productiva. “El 90 por ciento de los pacientes acuden a la consulta por pirosis (acidez o ardor retroesternal)”, señala.

Muchas veces ese cuadro puede venir acompañado de regurgitaciones, además de manifestaciones extraesofágicas: padecen tos, sinusitis e incluso asma. “Incluso hay otras manifestaciones como el dolor toráxico, que puede simular un dolor de tipo cardíaco”.

En condiciones normales, la motilidad del esófago debe tener la capacidad de lavar al esófago de los ácidos. Y es que el esfínter esofágico interior es la válvula encargada de mantener cerrado el flujo de ácido. “Algunos alimentos pueden disminuir el tono o la capacidad de cierre de esa válvula natural.

Estos alimentos son: los picantes, chocolates, menta, cítricos, vinagre. Además, medicamentos como vasodilatadores, o algunos para ayudar a dormir, afectan a este músculo”.

La curación del paciente, no está directamente relacionada con la ingesta de los medicamentos que le prescriba el médico tratante, sino que está íntimamente vinculada a un cambio en el estilo de vida, específicamente de los alimentos que se consuman.

En este sentido, cambiar el estilo de vida “es básico para favorecer el tratamiento. Caminar, evitar realizar ejercicios que causen presión intraabdominal (pesas), evitar ropas ajustadas, hacer varias comidas al día, evitar comer antes de acostarse y levantar un poco la cabeza al acostarse son recomendaciones para combatir el reflujo gastroesofágico”.

Asimismo, la especialista enfatiza en la necesidad de acudir al médico y reconoce que como medidas de diagnóstico para indicar un tratamiento adecuado, además de la endoscopia, para detectar el grado de la afección, existen exámenes más específicos como la manometría esofágica de 24 horas. El objetivo de este diagnóstico es buscar la mejoría y la curación en un tiempo más corto. Eso se traduce en un mejor costo beneficio para el paciente destaca la profesional.